Entorno escéptico

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Religiosa…Mente

Uno de los fundamentos de las religiones es el dualismo, que defiende la existencia de dos entidades diferentes e independientes: lo mental y lo material.

¿Pero es la mente una entidad independiente? ¿Qué es la mente? Veamos varias definiciones y explicaciones dentro, como no podía ser de otra manera, del nivel de conocimiento adquirido.

El portal de formación online para profesionales sanitarios  https://psiquiatria.com/glosario/mente nos dice que:

La mente es el conjunto de capacidades cognitivas que engloban procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria, imaginación, etc., algunas de las cuales son características del humano y otras son compartidas con otras formas de vida.

Hay que reseñar que Wikipedia escoge esta definición para su entrada.

Prosigue este portal de formación con lo siguiente:

Sinónimo: psique. Actividad psíquica de un sujeto. Opuesta al soma.

A lo largo de la historia este concepto de mente ha sido concebido ontológicamente en diferentes categorías (como una sustancia distinta del cuerpo, una parte, un proceso o una propiedad).

Otra referencia del ámbito científico es la siguiente:

Contiene una entrevista con Francisco Rubia, director de la Unidad de Cartografía Cerebral del Instituto Pluridisciplinar, una institución de investigación científica y médica próxima a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense. La reseña introductoria del resumen de la entrevista nos dice así:

La mente no es otra cosa que la actividad cerebral. Añade que tenemos una predisposición genética a la espiritualidad y que se pueden provocar experiencias místicas estimulando estructuras del sistema emocional del cerebro. En estos experimentos se ha visto que los seres espirituales que se aparecen son siempre de la misma religión del sujeto estudiado. Considera asimismo que la libertad es una ficción cerebral y que la toma de decisiones se produce de manera inconsciente.

Nota: se aconseja leer la entrevista completa.

Otro prestigioso neurocientífico, Antonio Damasio, escribió el libro El Error de Descartes, que contiene en la Reseña, pg 2:

¿Cuál es el error de Descartes? Para Antonio Damasio, uno de los más prestigiosos investigadores en neurofisiología, el de separar el cuerpo de la mente, con su tesis de que pensar es igual a ser, cuando se trata justamente de lo contrario: en el principio fue el ser, posteriormente el pensar; somos, luego pensamos. Creer que las operaciones más refinadas de la mente están separadas de la estructura y del funcionamiento del organismo biológico es un error, porque el cerebro y el resto del cuerpo constituyen un organismo indisociable integrado por circuitos reguladores bioquímicos y neurales que se relacionan con el ambiente como un conjunto, y la actividad mental surge de esta interacción.

Al respecto, https://psicologiaymente.com/psicologia/donde-esta-la-mente, dice:

La teoría dualista de Descartes es posiblemente el primer gran esfuerzo de la historia de la humanidad para localizar esa vida mental en la anatomía humana: el francés propuso la glándula pineal como la estructura de la que emanan nuestros pensamientos. Ahora bien, todo el edificio conceptual se venía abajo en el momento en el que negamos la posibilidad de que exista el alma. No por nada, Descartes era un firme defensor de la división entre cuerpo y espíritu, algo que no se sostiene científicamente.

Pero a pesar de que en teoría las ideas de Descartes son rechazadas por la ciencia actual, solemos asumir que lo correcto es pensar tal y como lo hacía este filósofo, aunque cambiando el concepto de alma por el de mente. Los seres humanos tenemos una tendencia innata a crear categorías para cualquier fenómeno y parcela de la realidad, y por eso creemos que hay algo llamado «mente», de la que emanan todos los pensamientos emociones, decisiones, etc. Y, a la hora de atribuir un lugar a esa fuente de la que surge toda la psique, elegimos el cerebro, igual que Descartes.

(…)

Del mismo modo en el que el movimiento de un tren o el dinero que tenemos en la cuenta no pueden ser entendidos como algo limitado a un sitio, lo mismo ocurre con la mente.

Desde esta perspectiva, creer que la mente es algo similar a un objeto o un sujeto es el resultado de haber caído en una trampa conceptual. La mente no es una cosa, es un proceso; un conjunto de disposiciones que tienen sentido cuando se dan una serie de respuestas a estímulos. De ahí surge el concepto de falacia mereológica, la tendencia a atribuir a un lugar (en el caso que nos ocupa, normalmente, al cerebro), algo que se caracteriza por ser un conjunto de cambios.

(…)

Del mismo modo en el que la primavera no está en un paisaje ni en un país concreto, aquello a lo que llamamos mente debería ser entendido no como sustantivo.

Puede que la idea de que la mente no existe suene provocadora, pero no es menos cierto que asumimos que sí existe como dogma, sin pararnos a pensar si realmente es acertado.

Las siguientes frases extraídas literalmente de los extractos arriba seleccionados nos pueden dejar una idea clara de lo que la ciencia entiende por mente:

“La mente es el conjunto de capacidades cognitivas”. “La mente no es otra cosa que la actividad cerebral”. “Creer que la mente es algo similar a un objeto o un sujeto es el resultado de haber caído en una trampa conceptual. La mente no es una cosa, es un proceso”.

Por su parte, la cultura religiosa entiende la mente como el alma; existe como un ente inmaterial creado y es esencia individual no corruptible. Esta creencia sin evidencia práctica es parte de la fe.

Conclusión: no caigamos en la trampa cuando nos intentan hacer pasar la actividad mental de forma ontológica (como algo que es, un objeto inmaterial o un sujeto) en sustitución del concepto alma… ¿Y cómo es que existe el alma, perdón, la mente? ¡Jaque mate, ateos!



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